El terso coño de mi mamá india devoraba mi larga polla, su lengua bailaba salvajemente.Ella con entusiasmo me llevó hasta adentro, sus gemidos llenando la habitación.Nuestra lujuria fue subiendo de tono, su cuerpo se convulsionó en éxtasis.Una mamada perfecta asiática y un clímax salvaje y húmedo.